¿Por qué       sólo emplearon fracciones unitarias?          Salvo la excepcionalidad       constituida por el 2/3 y la más tardía del 3/4, los escribas egipcios       sólo utilizaron en sus cálculos fracciones unitarias. Ello significa que       no generalizaron el concepto numérico de fracción debido, probablemente,       a que dicho concepto presentaba unas limitaciones epistemológicas que les       impedía verlo como un número. Para explicar por qué hay que remitirse       al origen funcional de las fracciones, es decir, los contextos y       situaciones en que se inscribe su uso.
      Básicamente, la fracción surge en un contexto de medida y en otro de       reparto. Supóngase un ejercicio sencillo como       dividir dos panes entre ocho personas. Para hacerlo, basta dividir cada       uno en cuatro partes (1/4). Más sencillo de efectuar en la práctica       sería el dividir cada pan en dos partes iguales y cada una de estas       partes en otras dos (1/2 de 1/2 es igual a 1/4). La acción de reparto es       particularmente sencilla por este procedimiento de divisiones sucesivas       por la mitad, lo que es el motivo de que las fracciones de Horus       (1/2, 1/4, 1/8, 1/16, 1/32, 1/64) hayan sido de uso tan frecuente.
      La cuestión se complica si el número de personas entre las       que hay que repartir los dos panes es distinto de una potencia de dos.       Dividir dos panes entre seis personas, por ejemplo, supondría partir cada       pan en dos partes y cada una de ellas en tres partes iguales (1/3 de 1/2       es igual a 1/6). Pero ¿qué sucede cuando el número de personas es       impar?. Por ejemplo, un número sencillo como cinco.
      En este caso, se puede dividir cada pan en tres partes       iguales de manera que, en un primer reparto, se de 1/3 de pan a cada       persona. Con ello sobraría una de las tres partes correspondiente a un       pan que, a su vez, habría que dividir en cinco partes iguales para       repartir por igual. Cada uno de los trozos resultante supondría 1/5 de       1/3 de pan, es decir, 1/15 de pan.
      En resumen, cada persona no se llevaría 2/5 de pan sino 1/3       + 1/15 , lo que lleva a establecer para el escriba egipcio la       igualdad:                                                                        2/5  =  1/3 + 1/15
      Dentro del contexto de reparto, por consiguiente, la       fracción no es un número susceptible de ser generalizado, sino la       expresión de una acción de reparto. Y en el reparto tal como ha sido       expuesto sólo son admisibles las fracciones unitarias. Es por ello que,       debido al origen de la fracción y a la limitación contextual del mismo,       el egipcio nunca pudo superar la noción de la fracción en relación a la       acción que la fundamenta.
        
                         ¿Cómo representaban las fracciones?
   ¿Cómo representaban las fracciones?
   Al       contar sólo con fracciones unitarias el escriba no necesitaba representar       por escrito la fracción como un par de números, tal como hicieron los       árabes con el 'número roto'. Para indicar que se estaba tratando de       fracciones se dibujaba, en el sistema jeroglífico, el símbolo del 'ro',       definido como 1/320 de heqat de grano. Este hecho denota un significado       preciso de la fracción. El símbolo del ro consiste en el dibujo de una       boca y representa aquella cantidad de grano que puede contener la boca, es       decir, un bocado, una ración mínima de grano, una parte. De ahí la       relación entre el símbolo (la boca) y el elemento a representar con él       (la fracción, la parte de la unidad).
      Bajo este símbolo se colocaba el denominador escrito del       modo usual como tal cantidad numérica. Dentro de este esquema existían       dos excepciones: la mitad tenía un símbolo propio, una especie de U       inclinada donde se mostraban los dos brazos iguales de la U (tal vez por       las dos partes iguales en que se dividía la unidad). Algo similar sucede       con el 2/3, la fracción excepcional, que mostraba o bien un símbolo de       ro con dos palos desiguales debajo o el mismo símbolo atravesado por una       U invertida con dos brazos desiguales. El sentido de estos signos consiste       en reflejar el hecho de que la unidad se dividía en tres partes de las       cuales se consideraban dos de ellas (el brazo más corto de la U en       relación con el otro).       
             ¿Por qué emplearon el 2/3 como excepción?
   ¿Por qué emplearon el 2/3 como excepción?
         La fracción 2/3 constituye la principal       excepción en el uso de fracciones unitarias por los escribas egipcios. Al       final del Imperio Nuevo se utilizó el 3/4 e incluso aparece el 2/4 en       algunos papiros administrativos pero este último a efectos exclusivamente       descriptivos, sin llegar a operarse nunca con otros números. De manera       que, dentro de la limitación conceptual que suponía entender la       fracción como expresión de un reparto ¿qué significado se le debe       atribuir a 2/3?.
    Una de las acciones matemáticas frecuentes consistía en el       cálculo de la capacidad de graneros y depósitos en general. Por ejemplo,       el problema 41 del papiro Rhind muestra la forma de hallar el volumen de       un granero cilíndrico. Dado que las dimensiones están en codos, el       resultado final, 640, resultan ser codos cúbicos, una unidad de volumen.
          Una de las acciones matemáticas frecuentes consistía en el       cálculo de la capacidad de graneros y depósitos en general. Por ejemplo,       el problema 41 del papiro Rhind muestra la forma de hallar el volumen de       un granero cilíndrico. Dado que las dimensiones están en codos, el       resultado final, 640, resultan ser codos cúbicos, una unidad de volumen.
      Pero el volumen ha de transformarse en capacidad de grano y       ésta se medía en khar. De manera que la acción a realizar consiste en       transformar codos cúbicos en khar. Pues bien, para ello era necesario       considerar       que:                          1        codo cúbico  =  1  1/2  khar
   de manera que, disponiendo de 640 codos cúbicos se llega al resultado de:
                          640 x 1 1/2  =  960 khar
      De igual manera resultaría necesario transformar khar en        codos cúbicos para resolver el problema inverso: Disponer de una cantidad        de grano determinada (por ejemplo, 960 khar) y desear calcular el volumen        en codos cúbicos del que es necesario disponer para su almacenamiento.        Para lo cual hay que tener en cuenta que: 
                            1 khar  =  2/3  codo cúbicos
   de modo que se llegaría a la solución    960 x 2/3  =         640 codos cúbicos
   que permitiría, por ejemplo, sabiendo la superficie de la base del       granero, hallar la altura a la que debe llegar el grano.
      En resumen, 2/3 es una fracción con una entidad propia por       resolver este problema ya que, matemáticamente, resulta ser la inversa de       1 1/2:
                                                                                 2/3 x 1 1/2  =  2/3 x 3/2  =  1
      Esto significa que 2/3 no es una fracción expresión de un       reparto, como en el caso de las fracciones unitarias, sino que tiene una       naturaleza de tipo operativo: Es el operador por el que hay que       multiplicar los codos cúbicos para obtener su expresión en khar. 
 ¿Cómo       calculaban los 2/3 de una cantidad?
         ¿Cómo       calculaban los 2/3 de una cantidad?
         Cuestión distinta es la forma de realizar este cálculo. Dada la       importancia de la fracción 2/3 en la vida administrativa y económica, el       papiro Rhind le dedica, también de forma excepcional, una regla       operativa.
Problema       61B: (Regla para) tomar 2/3 de una fracción desigual (es decir, la       recíproca de un número impar). Si te dicen ¿Cuál es 2/3 de 5?, tomas       los recíprocas de dos veces 5 y seis veces 5. Tú haces lo mismo para       hallar 2/3 del recíproco de cualquier número impar.
         Lo que se viene a decir es que, para hallar 2/3 de 1/5, se deben       considerar  1/(2 x 5) + 1/(6 x 5) y, de forma       general,                                                    2/3 de 1/n  =  1/2n + 1/6n  , con n impar
    La forma en que se llega a esta regla procede de nuevo de la       idea de reparto. Si se quieren dividir dos panes entre tres personas, lo       más sencillo consiste en dividir cada pan en dos partes iguales. Tras dar       1/2 a cada una sobre una mitad que, a su vez, se divide en tres partes       iguales cada una de las cuales (1/3 de 1/2 igual a 1/6) se da a cada       persona para concluir el reparto. En otras palabras, se llega a que
          La forma en que se llega a esta regla procede de nuevo de la       idea de reparto. Si se quieren dividir dos panes entre tres personas, lo       más sencillo consiste en dividir cada pan en dos partes iguales. Tras dar       1/2 a cada una sobre una mitad que, a su vez, se divide en tres partes       iguales cada una de las cuales (1/3 de 1/2 igual a 1/6) se da a cada       persona para concluir el reparto. En otras palabras, se llega a que
                                          2/3  =  1/2 + 1/6
   de modo que, para hallar los 2/3 de cualquier número (incluidos los de la       forma 1/n con n impar), basta hallar la mitad de ese número y luego la       tercera parte de esa mitad añadiéndosela a la anterior. Obsérvese cómo       la naturaleza conceptual de la fracción propia de los egipcios impide la       acción más sencilla de hallar una tercera parte de dicha cantidad       original repitiéndola de nuevo (1/3 + 1/3 = 2/3). Ello significaría       tratar a las fracciones como números generalizables, consideración no       coherente con el marco conceptual en que habían construido el concepto de       fracción.       
 ¿Para qué necesitaban sumar fracciones unitarias?
         ¿Para qué necesitaban sumar fracciones unitarias?       
   Además del mero hecho de sumar       filas contables de pesos, capacidades o volúmenes, por ejemplo, que en       muchas ocasiones aparecían en forma de fracción, la suma de fracciones       unitarias resultaba de la mayoría de las operaciones de multiplicación       teniendo por objetivo la simplificación del resultado. Es obvio que si el       escriba no dispone de una noción generalizable de la fracción como       número y, en vez de utilizar directamente por ejemplo la fracción 2/3, debe       considerar la composición de 1/2 + 1/6, ello supondrá la aparición de       múltiples fracciones unitarias. Al no poder simplificar al modo actual       deben establecer resultados más simplificados a partir de las sumas de       fracciones.
      Un caso sencillo consistiría en       multiplicar         6 1/4       1/8  x  2 1/2 1/4     que se realizaría       así:
                                                                        1                         6 1/4 1/8
                                                                           2                        12 1/2 1/4
                                                                           1/2                       3 1/8 1/16
                                                                     1/4                       1 1/2 1/16 1/32
                                                                       2 1/2       1/4                  16 1/2 1/2 1/4 1/8 1/16 1/16 1/32
resultado       que puede simplificarse con rapidez:
                   16 (1/2 1/2) 1/4 1/8 (1/16 1/16) 1/32  =  17 1/4 (1/8 1/8)       1/32  =  17 (1/4 1/4) 1/32  =  17 1/2 1/32
         Un caso más complejo consistiría en realizar la       multiplicación       1 1/2 1/4        x  1/7
                                                                                  1                          1/7
                                                                                    1/2                        1/14
                                                                                    1/4                        1/28
                                                                                1 1/2       1/4                   1/7 1/14 1/28  =  1/4
simplificación       que, siendo cierta, no es nada obvia y habrá de justificarse en la       siguiente página.